El 8 de marzo de 1857 un grupo de mujeres trabajadoras organizaron una huelga en Nueva York. Pedían condiciones laborales y salarios más justos. Actualmente -después de 167 años- el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) indica que las mujeres en Ecuador siguen ganando 14% menos que sus pares hombres. En otras palabras, las ecuatorianas tienen un salario promedio más bajo por el mero hecho de ser mujeres y ante ello cabe preguntar: ¿qué tan conscientes somos las empresas frente a la participación de las mujeres al interior de nuestra organización?
El reconocimiento de derechos es un compromiso de todxs. Por ello es crucial que las empresas nos comprometamos activamente a cerrar la brecha de género y empoderar a las mujeres. Hacerlo no solo es una cuestión de justicia, sino también un impulso para la innovación y el rendimiento empresarial. Al crear entornos de trabajo inclusivos y equitativos, las empresas aprovechamos el talento y la perspectiva que aportan las mujeres, lo que resulta en equipos más diversos y decisiones más sólidas.
Además, el compromiso empresarial con la equidad de género envía un mensaje poderoso a la sociedad sobre la importancia de la igualdad y el respeto hacia todas las personas. Al adoptar políticas y prácticas que promuevan la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de las
mujeres, las empresas nos convertimos en espacios seguros y además contribuimos a construir un mundo más justo y equitativo para las generaciones presentes y futuras.
ProCredit Ecuador se enorgullece de contar con un equipo donde más del 60% de las
posiciones de mando medio y gerenciales son ocupadas por mujeres. La toma de decisiones en nuestro banco toma en cuenta diferentes perspectivas, fomentando un ambiente laboral más ameno y productivo en el cual todas y todos pueden participar.
