El monto negociado en bonos corporativos en marzo de 2023 alcanzó los 209.5 millones de dólares, pero para marzo de 2024, esta cifra se redujo drásticamente a solo 68.7 millones de dólares. Esta tendencia a la baja ha sido impulsada por varios factores clave que están remodelando el panorama financiero del país.

La evolución de los mercados de bonos corporativos (obligaciones) es un reflejo de las condiciones económicas y financieras que enfrentan los inversionistas y emisores en los países. En Ecuador, hemos sido testigos de cambios significativos en la actividad del mercado de bonos corporativos. En este entorno cambiante, la emisión de deuda a largo plazo representa un desafío para los emisores, ya que emitir deuda a más de 4 años se ha convertido en un riesgo que pocos inversionistas individuales e institucionales están dispuestos a asumir. Sin embargo, en otros mercados de capitales, la deuda a largo plazo sigue siendo una forma saludable de crecimiento y expansión.

El costo de fondeo para las instituciones financieras ha aumentado considerablemente, generado una competencia feroz por la captación de fondos entre instituciones financieras, lo que ha desencadenando un cambio en la dinámica del mercado.

El mercado de capitales tampoco ha escapado a esta transformación. Las tasas de interés en el corto plazo se sitúan entre el 10% y el 11%. Los inversionistas muestran una clara preferencia por inversiones a corto plazo, motivados por la coyuntura política y económica, así como por el riesgo asociado a inversiones a largo plazo en el contexto actual.

A medida que el mercado de bonos corporativos en Ecuador continúa evolucionando, se presentan desafíos significativos para los emisores e inversionistas. La competencia por la captación de fondos y la preferencia por inversiones de corto plazo están redefiniendo las inversiones.